TRABAJOS PREVIOS: DESMONTAJE Y MONTAJE DE UN TURBOCOMPRESOR (PARTE I)

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DEFECTOS EN EL TURBO

La falta de presión de suministro del turbo se manifiesta con una pérdida importante de potencia y un elevado consumo de combustible, si la pérdida de presión se debe a una fuga de aire una vez comprimido este , en vehículos diésel vendrá acompañado de una humareda negra por el escape mas llamativa cuanta mas demanda de potencia se haga.

El gripado del turbo por mal uso o defecto dejará sin presión de suministro al colector, por lo que su rendimiento esperado será sensiblemente inferior a un motor de similar cilindrada pero atmosférico, debido a que el turbo presenta ahora una oposición ( al estar agarrotado) a la buena respiración del motor

El fallo de los retenes del elemento compresor, aparte de un consumo elevado de aceite se acompañan de presencia de humo color blanquecino en el escape con olor a aceite quemado, dicho humo proviene de un quemado inadecuado del aceite que entrará en la cámara de combustión. Mantener funcionando el motor en estas circunstancia puede ser hasta peligroso como siempre que entra en el cilindro aceite que se quema incontroladamente en el transcurso de la fase de explosión, pudiendo generar sobrepresiones en el interior del cilindro desastrosas para el motor.

El fallo de la válvula de descarga (waste –gate) puede generar similares síntomas a la de un turbo que se agarrota , pero la pérdida de potencia será ligeramente inferior, asemejándose a la de un motor atmosférico de similar cilindrada.

CONTROL DE LA PRESIÓN DE SUMINISTRO DEL TURBO

Será preciso comprobar la efectividad del turbo antes de proceder a su desmontaje y revisión, para ello intercalaremos un manómetro en la propia tubería que sirve para accionar el control de la presión de descarga ( Waste –Gate).

Deberemos examinar en los distintos regímenes y a distintas cargas la presión máxima que es capaz de mantener en el colector dicho compresor. Verificaremos la correcta instalación de tuberías y conexiones, de manera que no se vea afectado el elemento que gobierne el elemento de control ( waste-gate, o distribución variable) no obstruyendo la misma ni generando puntos de fuga de aire.

Una vez conectado el manómetro y caliente el motor se efectuará la prueba acelerando el motor y comprobando que el turbo es capaz de mantener la presión en el colector de admisión en el valor tarado por el fabricante, se debe comprobar a su vez posibles fugas de manguitos, bien por abrazaderas o por rajas en las uniones de los tramos de tuberías, que pudieran hacer perder presión de aire de suministro.

Se comprobará en caso de presión insuficiente o mal control de la misma, que la válvula de descarga o la propia geometría variable trabajan adecuadamente, comprobando su funcionamiento con posterioridad cuando el motor se haya enfriado. Dicha comprobación se realizará mediante el accionamiento manual de la distribución o el recorrido de la válvula de descarga ( Waste-gate) a mano, en su movimiento no debe presentar agarrotamiento o funcionamiento a saltos , debiendo moverse de forma suave y retornando automáticamente a la posición de reposo.

TRABAJOS EN EL TURBOCOMPRESOR

Los turbos son maquinas realmente simples, sin grandes complejidades ni gran número de piezas, pero su elevado régimen de giro, su trabajo en ambientes de suciedad (en el escape) y los altos gradientes térmicos que maneja implican que sean realmente delicadas a la hora de manipularlos.

La limpieza del mismo, la comprobación de desgastes y holguras se hacen necesarios con el uso y siempre que se crea que presentan algún tipo de problema, no debemos confiar en un buen funcionamiento en cojinetes con excesiva o escasa holgura, las condiciones de uso suelen ser tan duras que varían mucho del momento en que lo comprobamos (a temperatura ambiente) de las de uso real.

1. Preparación previa

En los trabajos sobre el tubo deberemos ser igual de cuidadosos que cuando se interviene en cualquier operación de motor que implique posibles entrada de suciedad a su interior.

La arena, piedras o tierra que suelen abundar en el vano motor y deberá ser desplazada previamente al trabajo en si , bien mediante agua u otro disolvente no agresivo o mediante el soplado de la misma , de forma que el desmontaje y apertura de las partes de los conductos de admisión y lubricación no implique un mayor riesgo de exponerse a entradas in-deseadas de materias extrañas.

Deberemos igualmente tener especial cuidado en taponar con trapos limpios ( que no se deshilachen) los orificios de recogida de aceite del cárter del turbo , así como las entradas de colectores a los cilindros.

Una vez extraído el turbosoplante, deberemos proceder a su limpieza exterior cuidando de que no se introduzcan detritus en su interior , se empleará un disolvente que elimine la grasa que pueda tener depositada. La limpieza de elementos de esta índole debe ser tan exquisita como se pueda conseguir , deberemos entender que el interior de estos elementos de tolerancias tan estrechas deben ser pulcramente tratado, de igual modo a como lo haríamos con una intervención quirúrgica. La sílice de la arena oficia de abrasivo en el interior de una maquina en movimiento y debemos procurar la limpieza en este campo, ya que el elevado giro de un turbosoplante multiplica el efecto de desgaste, frente a otra maquina rotativa cualquiera.